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ENCUENTRO BRASILEÑO DE CULTURA Y SOCIOECONOMIA SOLIDARIAS

CARTA DE MENDES

Entre el 11 y 18 de junio de 2000, alrededor de 80 personas se reunieron en el Encuentro Brasileño de Cultura y Socioeconomia Solidarias, em Mendes, Rio de Janeiro, Brasil. Luego de una convivencia intensa y el trabajo colectivo realizado durante uma semana, en el que se discutió la realidad brasileña y mundial, compartiendo visiones y experiencias innovadoras en los campos socioeconómico, político e cultural, fue elaborada y aprobada la siguiente Carta, que sintetiza las visiones y propuestas de las entidades/personas participantes.

FORMAMOS PARTE DE ORGANIZACIONES E INICIATIVAS DE SOCIOECONOMIA SOLIDARIA.

Somos mujeres y hombres de varias edades y etnias, profesionales de varios campos, que trabajamos en el medio rural y urbano, en cooperativas y associaciones autogestionarias y solidarias, en sindicatos, instituciones de desarrollo, educación, medio ambiente y capacitación, representantes de gobiernos democráticos y populares, e invitadas de otros países de América Latina y Europa. Somos provenietentes de los estados de Amazonas, Tocantins, Maranhão, Piauí, Ceará, Pernambuco, Bahia, Rondônia, Goiás, Minas Gerais, Espírito Santo, Rio de Janeiro, São Paulo, Paraná, Santa Catarina e Rio Grande do Sul. Participamos también de redes solidarias que actúan articuladamente para transformar y humanizar las relaciones sociales en las esferas local, nacional e global.

En respuesta a las propuestas del Encuentro Latinoamericano de Cultura y Socioeconomia Solidarias, realizado en Porto Alegre en agosto de 1998, hemos buscado crear y gerenciar redes de producción solidaria, de comercio justo, de consumo ético, de trueque, crédito, debate e informática solidarias. Hemos realizado un diagnóstico y una evaluación de los emprendimientos cooperativos y solidarios en las diferentes regiones de Brasil aquí representadas y hemos establecido directrices de acción estratégica, apuntando a la construcción y al fortalecimiento de esas redes, al mismo tiempo que a una acción más efectiva de presión hacia políticas públicas al servicio del empoderamiento de la sociedad y de un desarrollo socioeconómico autocentrado y soberano.

Más allá del trabajo de reflexión y profundización conceptual, hemos realizado un intercambio de nuestras motivaciones, experiencias y producciones, que movilizó nuestra intuición, emoción y espiritualidad, a la vez que facilitó nuestra disponibilidad para escucharnos unos a otros, aprender uno de otros y consolidar nuestra confianza mutua y nuestro sentido de hermandad y solidaridad.

Nuestro punto de partida es una crítica vehemente al capitalismo, sobre todo en su forma neoliberal, que ha hecho acompañar la producción siempre más rápida de bienes materiales de una intensa concentración de la tierra, la riqueza y el control de los recursos, poder y saber en manos de un número siempre menor de grandes banqueros, empresarios, latifundistas y especuladores. Denunciamos el éxodo que desarraiga las familias rurales y provoca la sobrepoblación de las ciudades, el desempleo masivo resultante de la rápida introducción de nuevas técnicas y nuevos métodos gerenciales, pero también la política recesiva de obediencia a la receta de ajuste del FMI; la creciente deuda interna y externa y los altos intereses que sofocan la capacidad de inversión del Estado y producen una sangría de los fondos públicos en favor de los especuladores; la desnacionalización y privatización desordenada que alienan el patrimonio público; la apertura predadora al capital extranjero, sobre todo especulativo; la renuncia a la soberanía popular y nacional en favor de las grandes empresas, bancos, políticos y burócratas del mundo rico y las agencias multilaterales; la destrucción sistemática de los ecosistemas, las florestas tropicales, los suelos y los manantiales. Rechazamos la cultura de la competición que tiene

como principio la exclusión, la forma dominante, jerárquica y egocéntrica de organizar la economía, como así también el autoritarismo y la violencia que son su consecuencia.

Reafirmamos nuestra convicción de que otra globalización es posible y deseable, fundada en la cultura de la cooperación y en la ética de la solidaridad; en la participación activa de todas las ciudadanas y ciudadanos del país y del planeta, en el control y gestión de los medios para su desarrollo personal y colectivo - una globalización que sea cooperativa y solidaria. Afirmamos también nuestro compromiso de implementar vías de desarrollo humano que nazcan desde adentro hacia fuera, de los potenciales de la persona para los de la colectividad, de lo local para lo nacional y global, de lo micro hacia lo macro.

Las experiencias presentes en el Encontro mostraron que es de la dimensión interpersonal y social de las transacciones económicas que emergen los lazos de afectividad y confianza. El crédito con aval solidario y control social, apoyado en la confianza recíproca y el empoderamiento local, garantiza una demanda sustentable y altos niveles de retorno en los préstamos. La promoción de la cultura de la cooperación y la solidaridad, acompañada de una educación dirigida a la práctica de esos valores, viabiliza la autogestión, el trabalho emancipado y el desarrollo sustentable fundado en el pleno respeto a los derechos sociales, económicos, personales, culturales y ambientales, en los sentimientos humanos y en el compartir efectivamente democrático del poder.

En la perspectiva solidaria, la relación entre quien consume y quien produce va mucho más allá de comprar y vender um producto: involucra una conciência y un compromiso común en pro del Bien Vivir de todos, en el presente y en el futuro, que implica en el cuidado con la natureza y la biodiversidad, en la equidad entre mujeres y hombres y entre etnias, en una concepción de trabajo que realiza y en una forma de producir orientada a la satisfacción de las necesidades de cada ser humano y de toda la humanidad.

Sostenemos que es posible diagnosticar, planear, acompañar y administrar de forma autogestionaria y solidaria el desarrollo de las cadenas productivas - producción, comercialización, consumo y crédito - y de los servicios de fomento, como la tecnología apropiada, entre otros. Así es como la viabilidad de la propuesta de la socioeconomía solidaria se apoya en la complementariedad y en la solidaridade a lo largo de toda la cadena productiva.

Buscando reforzar y ampliar las conquistas del Encuentro de Porto Alegre, hemos decidimos establecer una Red de Socioeconomia Solidaria local, regional y nacional, que garantice la continuidade del contacto y la interacción entre nosotros y con otros emprendimientos solidarios existentes en Brasil y otros países. Nuevos hilos para la ampliación de esta red son bienvenidos. Su fortaleza está en su tejido, en su inclusividad, en la calidad de la vinculación solidaria y amorosa entre sus componentes.

PARTICIPANTES DEL ENCUENTRO BRASILEÑO DE CULTURA Y SOCIOECONOMIA SOLIDARIAS

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